
Julie Walters y Paula Sebastián. ¿Son la misma persona?
Puede ser que sea un poco obsesión mía, pero he llegado a creer que los productores de la peli vieron el musical del teatro Lope de Vega y decidieron buscar a alguien similar a Paula. Es más, hubo un momento en el que sospeché que Julie Walters es en realidad un nombre artístico para Hollywood, y que ambas actrices son la misma persona. A veces sufro alucinaciones de este tipo.
Luego ya vi que Julie Walters es una artista con solera, y que fue la inolvidable profesora de ballet de Billy Elliot, esa película que a muchos nos recordó a nuestra ambigua infancia. Me he llevado una decepción, la verdad, creía que había descubierto uno de esos secretos cinematográficos que te hacen famoso. No es que sea fan de Paula Sebastián, pero era de lo mejor del elenco, y eso que había bastante calidad. El musical está ahora en Barcelona, pero el papel de Rosie lo hace otra actriz.
Mamma mia! está bien, es un atractivo divertimento veraniego, fresquito y desenfadado. Vamos, que te lo pasas bien y piensas poco, que es de lo que se trata. A mí personalmente me sirvió más que nada para rememorar las sensaciones que viví en las tres ocasiones en las que mi amor complementario y yo fuimos a ver el musical. Como diría él, "lo nuestro ya es vicio". Antes de aquello, yo no conocía prácticamente nada del cuarteto ABBA, y mi ignorancia me hacía rechazar todo lo que olía a ellos. La obra me enseñó a apreciar lo que hasta el momento había minusvalorado por desconocimiento. Me enamoré de los suecos, vamos. Un poco tarde, pero a Muriel le pasaba un poco lo mismo, ¿no?
Por eso, cuando escuché a Meryl Streep cantar Va todo al ganador, sentí una nostalgia inmensa al recordar la misma canción en la voz de Nina, que es malísima actriz pero una muy buena intérprete de musicales. La primera vez que fuimos a verlo, lloró, y nosotros casi también con ella. Nos puso la carne de pollo antes de asar. La película nos gustó mucho, pero nos gustó mucho más el musical, somos así de teatreros.
Será también porque en el teatro acabábamos en pie, bailando y cantando al rimo de Dancing queen, y en la sala de cine nos cortamos un poco y nos contentamos con mover levemente las piernas a derecha e izquierda, siguiendo el compás de la música. Lo que sí es cierto es que parece que los actores lo pasaron de fábula grabando la película. Y se nota, sobre todo en ciertas escenas, como esta ida de olla protagonizada por Meryl Streep (Dona), muy en plan Sonrisas y lágrimas...
Y más cine...
- Desayuno en Plutón. Mi obsesión (según las malas lenguas) por la disforia de género me hizo seguir los consejos de algunos bloggers que me recomendaron esta peli. Una verdadera joyita. La historia de una gatita que nació gaturro es un alegato contra la intolerancia y, sobre todo, a favor de la libertad. La libertad de expresión, por encima de todas las cosas. Y el prota, Cillian Murphy (el de 28 días después), cuenta con una belleza perturbadora, como de elfo caído en esta tierra de hobbits. Esos ojos merecen un poema, que seguro que alguien habrá compuesto ya en otro lugar de este planeta. Aquí puede verse a la gatita caracterizada, y al gatito, en plan fiesta de lujo y glamour en Wisteria Lane. Quizás sí estoy obsesionado...

Cillian Ojos de Gato Murphy.
- Azuloscurocasinegro, que se llevó tres Goyas. Otra con un chico guapo, Quim Gutiérrez. Lo más sorprendente de esta cinta es la facilidad con la que se desarrollan escenas paralelas, en las que personajes diferentes en contextos dispares viven situaciones similares, a veces incluso complementarias. Y claro, también me llegó la forma soberbia en la que se describen los sentimientos humanos: la necesidad de cariño, que cada personaje exterioriza de manera diferente. El final me recordó un poco a El Gatopardo: "Es preciso que todo cambie para que todo siga igual", que implica algo mucho más profundo de lo que parece: las grandes transformaciones a veces sólo sirven para que la vida siga su curso, y eso es ya bastante. Por cierto, os dejo una escena genial, la mejor de la cinta...
- Un funeral de muerte, la mejor comedia británica de 2007, dirigida por Frank Oz (el de In & Out, que también marcó una época). Me sorprende que mi amigo Adrián, que es tan exigente, le haya puesto un 9 en filmaffinity. Yo no he sido tan magnánimo, pero reconozco que es muy buena, y que una situación tan truculenta como un entierro puede dar lugar a situaciones disparatadas. Yo he vivido alguna de esas escenas surrealistas en velatorios o funerales, y la verdad es que lo ridículo del momento te hace darte cuenta de lo absurda que es la muerte. Y también de lo estúpido que es darle tanta importancia. Siento decirlo, pero soy de esos a los que les da la risa tonta en el cementerio y hacen el idiota para intentar explicar algo que no tiene explicación.