
Sin embargo, la obsesión por las matemáticas y la lógica le cambió la virtud, y eso lo inmortalizó como lo que hoy en día es considerado: un extravagante grabador cuyas escaleras imposibles, órdenes numerarios y pájaros que se convierten en peces desafían a la realidad y tocan el mundo onírico.

La palabra que puede definir la sensación que deja esta exposición es ésta: decepción. Y en varios sentidos:
a) Decepción porque tras dos horas de insufrible cola bajo una pertinaz lluvia que no nos perdonó el capricho de salir a la calle un domingo por la mañana, descubrimos que en el interior de la sala hay espacio libre como para haber habilitado algún espacio para evitar una espera tan desagradable.

b) Decepción porque los responsables de la organización no han entendido que Escher no es sinónimo de caos, más bien al contrario: de un estricto orden muy personal. Lo digo por la distribución de las salas. Es prácticamente imposible seguir las indicaciones por dos motivos: no existen y la oscuridad de las salas no ayuda en nada para orientarse. Sin mencionar la cantidad de gente, que impide hacer una visita tranquila.
c) Decepción porque la parte que a priori podría resultar más atractiva, la de los edificios imposibles de Escher, tiene cuatro obras (es un decir) y están muy mal iluminadas, hay que acercarse a diez centímetros para verlas en condiciones. Y después de tantos años oyendo hablar de estos geniales grabados es casi imposible no sentir una pizca de desilusión al comprobar su pequeño formato y que no son tan alucinantes como parecen.

e) Decepción porque una de las salas pretende emular a través del recurso de columnas y espejos uno de los mundos infinitos de Escher, y yo sólo lo entendí como un área de descanso en la que relajarte después de cuatro horas de pie.

Incluso después pensé que la interminable cola que esperamos durante dos horas para acceder al antiguo depósito es en realidad un guiño de la organización para que los asistentes vayan metiéndose en el mundo lógico de Escher: una cinta de Moebius que se revuelve sobre sí misma y no tiene fin.
Por eso, después de todo, recomiendo encarecidamente a quien aún no haya visto la muestra que se pase por la plaza de Castilla. Y tranquilos, se ha prorrogado hasta el 15 de abril.
Más información:
Página web oficial Escher
Museo Escher en Holanda
Obras de Escher