Es verano. No hay ganas de casi nada, excepto tirarse a la bartola con el aire acondicionado a tope y una cervecita fresquita en la mano. Ah, y engancharse a alguna serie que te obsesione, como por ejemplo Dexter, que es la que ahora estoy descubriendo.
Este inicio es para explicar el hecho de que esté vago y que no actualice el blog todo lo que me gustaría. Bueno, por eso y porque tampoco hay mucho nuevo que contar. Estoy en dique seco, en el sentido más estricto de la palabra. En las últimas semanas varias personas me han comentado que para cuándo la próxima novela; y me sorprendo porque no tengo ni la más remota idea.
Eso sí, me gustaría compartir con quien quiera y se deje un enlace a la página web de mi amigo David, de Narrativa Gay, que dedicó a mi obra un especial de una semana del que me siento muy orgulloso. Sobre todo porque es la retrospectiva sobre mis novelas más completa y exhaustiva que nadie se ha atrevido a hacer: disecciona cada uno de los libros y se atreve a hacerme preguntas sobre ellos que nadie antes había hecho, seguramente por desconocimiento o ignorancia. Es evidente que a David le gusto (literariamente hablando, me refiero), y eso me emociona porque él lee muchas novelas de temática gay y considero un honor que me destaque por encima de otros autores.
A todos les dirá lo mismo. O no. No lo sé. Pero a mí me ha hecho feliz, como siempre que algún lector me confiesa que ha leído mucha literatura gay y que se queda con mis novelas, sin duda. Para alguien que huye de las etiquetas, creo que es una de las mejores formas de alejarse de ellas.
Que lo disfrutéis.